A punto de quedar la cagada

Desde hace 3 años soy voluntario de la Bomba Israel, una Compañía de Bomberos que se especializa en Rescate e incendios.

En estos 3 precozes años no he tenido la oportunidad de estar en tantos actos bomberiles como mis demás compañeros, ya que soy, como se diría "en bomberil", un yeta (osea que nunca estoy presente en el cuartel cuando sale un incendio).

Sin embargo en el tiempo que llevo en la Bomba he podido descubrir y comprobar algo....

En la mayoría de los casos está a punto de quedar la cagada y finalmente... no pasa nada!!!

Así es, muchos otros bomberos, más antiguos que yo, podrán comprobar esto. Yo sólo puedo decirles que en innumerables ocasiones hemos asistido a actos de servicio, donde si no fuera por la intervención de D's, la Fortuna, Alá, El Gran Arquitecto, Budha, Shiva, Vishnu o como quieran llamarlo, hubiera quedado la cagada.

Sólo por nombrar algunos ejemplos:

- Rescate vehicular: Un Peugeot 106 chocó contra un árbol (o según el chofer, el árbol chocó con él, en fin...), el asiento del copiloto estaba totalmente "reducido", ya que el tablero llegaba hasta el fondo del auto.
El asiento del chofer... intacto, no le había pasado absolutamente nada. Según el chofer su acompañante se había bajado del auto minutos antes.

- Salvamento: Un empalado. Sí, un empalado, pero no como Caupolicán. Este individuo había puesto hace un par de semanas una reja con pinchos encorbados (de éstos para que no entren a robar).
Una noche este caballero estaba en las alas de Dionisio (curao) y, como era de esperar, se le habían quedado las llaves de su casa, por lo tanto, se las dio de Spider Man y saltó la reja...

Resultado: Quedó empalado (colgando como péndulo cabeza abajo); su pierna, parte de su muslo y otras partes, que es mejor no contar, fueron atravesados por este pincho, éste pasó a escasos centímeros de una arteria importante de la pierna.
Finalmente el alcohol fue sedante suficiente y nuestro amigo, con una gran exposición muscular, no sintió nada... por suerte.

- Cuartel Completo: (o llamado en donde van 3 carros porque algo "grande" se está quemando). Llegando al lugar nos dimos cuenta que era sólamente una pieza... llena de textiles que se estaban quemando.

Esta pieza estaba contigua a un lugar mucho más grande, lleno de telas y sustancias químicas para teñirlas. Por lo general transitaba mucha gente entre esas piezas, pero justo esa vez, la puerta estaba cerrada, impidiendo que se propagára el fuego a los químicos.

Estos son sólo algunos ejemplos que he presenciado de lo cerca que ha estado mucha gente de sufrir graves consecuencias por un accidente (sea culpa de él o no) y de como, por esos juegos que hace el destino, se han salvado.

Quizás podría mencionar un par de historias más (donde en la mayoría el borracho es el protagonista), pero la idea no es ni hacerlos reir, ni ser morboso con el sufrimiento ajeno (cosa que solemos hacer en este blog).

Si no que reflexionar sobre lo cerca que hemos estado, en muchas situaciones, de sufrir consecuencias muy graves y, sin embargo, esto casi no ocurre.

Probablemente cada uno de nosotros tenga estas historias de "sobrevivencia misteriosa" y quizás día a día nos veamos enfrentados a estas situaciones de las que, a lo mejor, no somos siquiera conscientes, ya que lo único que sabemos es que seguimos acá, vivitos y culeando coleando.

¿Cuál será la razón?, no lo sé.
Quizás un rabino, un cura, un imán, un budhista, un masón, o Jorge Hanne tendrán diferentes explicaciones.

Nosotros decimos que D's es bombero y sobre todo, quintino (por la 5° Compañía = Quintino... ¿cacharon?), porque también ha salvado a varios de los nuestros de situaciones complicadas.
En todo caso, cada uno sabrá su propio por qué.

Y ahora.....

EL APORTE CONSTRUCTIVO DE HAS PENSADO DE ESTA SEMANA

Es por situaciones como estas que deberíamos estar felices día a día y no hecharnos a morir porque nos sacamos una mala nota en un control, porque el carrete estuvo malo o porque se nos dio vuelta una piscola.

Estando en la bomba he aprendido, en primera persona, que hay gente que sufre y hay gente que, sabiéndolo o no, se salva.
Si somos del último grupo, no malgastemos nuestro tiempo ni nuestras lágrimas en tonteras, porque en el fondo solo son eso... TONTERAS.

Mejor hagamos algo productivo, como la caridad o un voluntariado y si nos se les ocurre nada, por lo menos den gracias de estar aquí.